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LA #TUZOHISTORIA DE GABY CASTILLO



Mi nombre es Gabriela Castillo Olguín, tengo 14 años, vivo en Tlanalapa Hidalgo y soy aficionada de los Tuzos del Pachuca desde el año 2009, en ese entonces tenía 6 años, comencé a apoyar al equipo blanquiazul un 8 de abril, en el cual se disputaba la jornada 8 del apertura 2009, en el que Pachuca se imponía 3-1 a Monarcas Morelia.


Años atrás ya era aficionada, pero aquel día sentí aún más el amor por el escudo ya que era la primera vez que asistía al estadio Miguel Hidalgo, fue una de las sensaciones más lindas de toda mi vida al entrar y mirar el césped, las porterías, la banca, los palcos, las butacas, mirar a los jugadores en el terreno de juego y más que nada ver a la Ultra entonando porra tras porra a una sola voz, ese mismo día al terminar el partido, llegué a casa y comencé a buscar las porras y con el paso del tiempo poco a poco me fui aprendiendo todas y cada una de sus porras.


He pasado por muchos momentos a lo largo de este tiempo, algunos de alegrías y otros no tanto, pero comencemos con los buenos y algunos de ellos son: el campeonato de la CONCACAF en 2010, cuando Diego Alonso llegó a dirigir al equipo, el debutar a jugadores de la cantera y por supuesto no puede faltar el campeonato del año 2016, y bueno pues los momentos tristes a lo largo de este tiempo han sido: la salida de Enrique Meza como director técnico, las veces que descalificaron al equipo para no llegar a una final y sin duda alguna la muerte de Calero.


A mi punto de vista Miguel Calero, Aquivaldo Mosquera y Gabriel Caballero, han sido los mejores no tan solo por su personalidad, sino por su entrega y por el amor hacia el equipo.


Yo creo que ser Tuzo es algo inexplicable, bueno siempre y cuando verdaderamente sientas tu pasión por el futbol y por tu equipo. Agradezco infinitamente a mi padre por haberme heredado esta gran pasión hacia el equipo, el trabajo que realizan tanto jugadores como directivos es algo digno de resaltar, al igual el apoyo que ofrece la Ultra Tuza partido tras partido, quizá algunas veces el resultado no es el más favorable, pero debemos ver el lado positivo de las cosas, y ante todo apoyar al equipo cuando más nos necesita.



A mí en lo personal me gustaría agradecer a los jugadores el ser humildes y convivir con la afición, ya que cuando pides una foto o un autógrafo te lo conceden.


Mi ídolo es Alfonso Blanco, pero en realidad admiro a todos y cada uno de los jugadores, directivos y a todos los miembros que conforman a la barra Ultra tuza.

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